jueves, 26 de abril de 2007

La misteriosa muerte del faraón Tutankamón. Todo un culebrón (I) :

"...El misterio de su vida nos sobrepasa... las sombras se mueven, pero la oscuridad nunca se dispersa...". Howard Carter (arqueólogo inglés que descubrió la tumba del faraón).



Asesinato o desafortunado accidente… los científicos han tratado de desvelar durante años la posible causa de la muerte del último faraón de la XVIII dinastía. Y es que aunque las últimas pruebas obtenidas (a través de un análisis de alta tecnología con rayos-x de la momia) descartan la tesis de un complot… razones para desear su muerte prematura había…

Su probablemente padre Akenatón había llevado a cabo una profunda reforma religiosa y política en el reino que le acarreó la enemistad de consejeros y sacerdotes. Suprimió en todos los monumentos cualquier referencia al dios Amón y la vieja religión politeísta e instauró una nueva religión monoteísta que rendía culto a la deidad solar Atón, lo cual mermó la influencia de los poderosos sacerdotes de Amón (que es de suponer, no se lo tomaron muy bien). Aún por encima abandonó Tebas, fundando una nueva capital del país en Aketatón (actual Tell al-Amarna) ante el disgusto de cortesanos y funcionarios.
El supuesto linaje real de Tutankamón (hijo de una concubina de Akenatón y no de la esposa real Nefertiti), los celos y el ansia de poder de los sacerdotes y oficiales, fueron razones suficientes para que miraran a Tutankamón como contrario a sus intereses. Pero el niño rey aparece siempre rodeado en la corte por un grupo poderoso de consejeros, sacerdotes y altos oficiales sobre quienes se había relegado la tarea de organizar diariamente el reino hasta que Tutankamón fuera adulto. Así pues, los sacerdotes de Tebas llevaron a Tutankamón a abrazar de nuevo el culto a Amón, que cambió las terminaciones de los nombres de atón a Amón, y el politeísmo volvió a formar parte del culto religioso en la repuesta capital del reino, Tebas. Ay, sumo sacerdote y chambelán de la corte y Horemheb, jefe militar, fueron personajes cercanos a Akenatón, y más tarde consejeros personales de Tutankamón durante los nueve años de su reinado. Pero se convierten en los principales sospechosos en caso de demostrarse la teoría del asesinato de Tutankamón al ser las dos personas con más opciones de alcanzar el trono de Egipto tras la muerte del niño rey. Y es que… ¿no es toda una casualidad que el faraón muriera justo cuando iba alcanzar la edad adulta? (y por tanto, la libertad para reinar). Yo apostaría a que todo el mundo tenía miedo de que el joven retomara la línea de pensamiento iniciada por su predecesor, Akenatón.

Resulta curioso además el hecho de que tras la muerte de Tutankamón su esposa, Ankhesenamón, pidiera ayuda a reyes extranjeros para que le enviaran un joven casadero a quien convertir en sucesor y con el que reinar conjuntamente. El soberano hitita Suppiliumas, a quien había recurrido, accedió a enviar a uno de sus herederos. Pero no llegó a tiempo y el anciano sumo sacerdote Ay obligó a Ankhesenamón a que se casara con él para acceder así al trono de Egipto, tras lo cual la joven reina se desvanece en las páginas de la historia y desaparece de la escena sin dejar rastro (qué casualidad, ¿no?).

Prometo una segunda parte del culebrón donde incluiré la opinión de los cientificos al respecto.

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