lunes, 11 de junio de 2007

Patrimonio Asesinado


Recuerdo las historias que mi abuela, Morwen Steelsheen, nos contaba cuando éramos pequeños. Mi hermano Eomer y yo nos sentábamos sobre una manta de lana cerca de la chimenea encendida para escucharla embelesados. Como princesa guerrera que era había recorrido la tierra media e incluso había osado traspasar sus fronteras. Sus aventuras eran siempre extraordinarias, pero recuerdo una en especial… : Alrededor de los siglos IV o V de la pasada era, en una tierra muy muy lejana que con el tiempo conoceríamos como Afganistán, unos monjes se instalaron en la actual Bāmiyān y crearon el primer monasterio budista. Muchas estatuas de Buda fueron talladas a los lados de los acantilados con vista a la ciudad. Las dos más notables que se hicieron, medían 55 y 37 metros de alto respectivamente, lo que las convertía en las esculturas de Buda más altas del mundo.
¿Tendrían el mismo tamaño que los Argonath? Tenía que verlo con mis propios ojos... Hace más o menos seis años, decidí comprobarlo por mí misma. A lomos de mi fiel corcel Windfola viajé durante meses hasta que un buen día llegué a tierras afganas. Observé con atención el mapa que sostenía entre mis manos... efectivamente estaba en Bāmiyān pero ¿y los colosales Budas? Busqué a alguien que hablara alguna lengua romance y pregunté por ellas. Habían desaparecido. En marzo del 2001 el gobierno Talibán decretó que las estatuas eran idólatras y ordenó que fueran demolidas. Varios testigos habían visto cómo eran colocados los explosivos alrededor del cuello de sendas estatuas...

¿Qué lleva al hombre a destruir una obra colosal declarada Patrimonio de la Humanidad? Me pregunté. Entonces imaginé lo que mi abuela diría en una ocasión así: "Conservar nuestra cultura es impedir que nos hundamos". Así que se trataba de eso. Tras mantener durante siglos una más que cordial convivencia entre musulmanes sufistas y budistas en un importante enclave de la Ruta de la Seda, el mulá Mohamed Omar, el jefe supremo de los talibán, decide destruir lo que queda de cultura budista 1.500 años después de que las estatuas fueran esculpidas. ¿Para qué una convivencia armónica entre culturas si se puede imponer el predominio de una de ellas sobre las demás? Creo que algunos le llaman a eso Guerra Santa.
Sabía lo que era la guerra (yo misma llevo conmigo una espada a donde quiera que vaya) pero aún así sabía apreciar la belleza, la vida... Mi lucha era para defenderme de mis enemigos, para combatir la injusticia... no para destruir por destruir... Regresé a mi hogar en la tierra media un poco desesperanzada y con la sensación de que no entendía nada...

6 comentarios:

elduende dijo...

Hay que ver el talento que tenemos para la barbarie cuando nos ponemos a ello, oiga.

Éowyn dijo...

Es que destruir es más fácil que construir :)

arda dijo...

No estoy muy deacuerdo con que destruir es más fácil que contruir.
Sé que es una frase muy oida, pero yo creo que construir algo (no hace falta que sea muy grande) no cuesta nada, en cambio destruir algo tiene un precio muy alto (sobretodo un precio emocional),
¿no crees eowyn?

Éowyn dijo...

Siento no pensar igual que tú, Arda, pero poner una carga explosiva que vuele por los aires una estatua de más de 30 metros de altura es mucho más fácil y rápido que dedicar años de tu vida a tallarla o a reconstruirla ;) Por ello, sigo pensando que destruir es más fácil que construir:)

arda dijo...

mirado así tienes razón, mucho más tiempo construyendo que destruyendo... Esto que hicieron es tremendo y a mi tb me dolió en el alma!
yo me refería a un punto de vista más "cósmico", en términos generales, no sé cómo decirlo, más filosófico... por ejemplo, vivir en una guerra cuesta más que vivir en la paz, en fin, sólo es una pequeña reflexión (pq me gusta intentar salir de los estreotipos)
besitos

A rapaza do arco dijo...

Pois tes toda a razón niso de que a mellor maneira de destruír é comezando polos símbolos, pola cultura, que é como quitarlle a fala e borrar a presenza dun pobo, dunha relixión ou da metade da poboación, como ben está facendo o goberno talibán.